Los hay que no saben mucho, por no decir nada, de casi nada, excepto una cosa, eso sí, esa la saben siempre: "Qué es lo que harían si estuviesen en nuestro lugar".

martes, 6 de enero de 2015

“NO TODOS SOMOS IGUALES”. Reflexiones sobre la realidad que percibo.


“La política es la forma más decente que hay para intentar cambiar las cosas”. De entre las muchas definiciones que oí del concepto, es una de las que más me gusta. La alternativa a un sistema político democrático es la dictadura, no hay otro. Ello no impide, desgraciadamente, que haya muchos políticos indecentes, cuyas acciones provocan que se califique de igual modo la actividad de todo aquel que rige o aspira a regir los asuntos públicos. Esta percepción cada vez está más extendida, a pesar de lo injusto de la generalización.
El fin último de un político no debe ser que su partido gane unas elecciones. El partido es un medio, y el ganar las elecciones el paso necesario para intentar transformar la sociedad; ese es el objetivo: Estar en disposición de poner en práctica las medidas necesarias encaminadas a establecer un sistema que busque el bien común, sobre una base de igualdad.
No podemos ser espectadores impasibles, vivir de rodillas, o comportarnos como afectados del Síndrome de Estocolmo, aquel que hace que los secuestrados acaben justificando las acciones de sus captores.
Debemos saber que todos somos iguales, que todos tenemos los mismos derechos, y entre ellos, el derecho a un trato igual por parte de quienes gobiernan. El cumplimiento de las leyes es una exigencia para todos. La Ley pasa a ser injusta para el que la cumple, cuando se permite que otros se la salten a su libre albedrío.
Hablaba de transformar la sociedad, y para hacerlo se hace necesario conocer su realidad. No me gusta la sociedad que percibo. Y no, no estoy dispuesto a caer en la resignación, a aceptar que unos pocos, que cuando hace falta se unen, decidan qué, cómo y cuando se hacen las cosas, saltándose hasta el más mínimo principio democrático. Unos pocos, para los que el marco legal no existe, o existe cuando les conviene.
No debemos aceptar una sociedad manejada por grupos de poder, por personajes que buscan el lucro propio aunque sea a costa de las perdidas del otro, individuos a los que no les cambia la expresión de la cara a la hora de difamar, coaccionar o tratar de amedrentar a todo aquel que se atreva a poner algún tipo de traba o pega a sus actuaciones caciquiles.
Esa es mi aspiración primera, hacer que todos los ciudadanos de mi municipio sean tratados por igual, que sientan que ese es su derecho, y que así lo reivindiquen, que no existan prebendas o trato de favor en función de su cuna de origen o de con quién compartan mesa y mantel.

1 comentario:

  1. Me ha parecido unas reflexiones muy interesantes y que te comprometen de futuro. Dentro de esa línea, si Vd. llega a la alcaldía, se puede deducir que va a someter al ayuntamiento a una auditoría, para saber en que situación se encuentra y en caso de haber irregularidades pedir responsabilidades. Acabar con las privatizaciones, un nuevo catálogo de puestos de trabajo, un PGO nuevo.

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