Los hay que no saben mucho, por no decir nada, de casi nada, excepto una cosa, eso sí, esa la saben siempre: "Qué es lo que harían si estuviesen en nuestro lugar".

domingo, 21 de julio de 2013

ALFREDO, “CHISPA”. EL VALOR DEL SILENCIO.


Te conocía y sabia de tus silencios. Nunca te hubiera imaginado  en aquel acto, pero estabas allí, al fondo del local, de pie, con la espalda apoyada en la pared, con tu mirada profunda posada  sobre mí. En ese instante sentí algo parecido al miedo; era mi primer discurso, el del que comienza, ese en el que las piernas parecen resistirse a sostenerte, y la garganta se reseca. Tú, el dueño del silencio, me escuchabas, con la atención del que no quiere perderse detalle.
De pronto había finalizado, no se me hizo largo, unos aplausos en la lejanía, y las consabidas felicitaciones. La gente se fue marchando haciendo los típicos corrillos previos a la salida. Tú permanecías allí, no me había percatado hasta que me tocaste el hombro, me giré y nos miramos, sentí, como pocas veces, una complicidad que no alcanzo a describir.  No supe que decir, pero tú lo dijiste todo cuando llevaste el dedo índice al oído, hiciste con tu mano el signo de negación y seguidamente la cerraste dando unos golpes sobre el corazón. Te sonreí, asentí con un movimiento de cabeza y nos estrechamos la mano. Nunca me habían dicho tanto sin pronunciar una palabra. Gracias Fredi, desde ese día se cual es el valor del silencio.
Esta placa es en tu memoria, mas no se hace indispensable para que se te recuerde; quien haya tenido la suerte de conocerte nada necesitará para que permanezcas vivo en su memoria. En mi mente está, desde aquel día, una grabación indeleble, con el mensaje más hermoso que te puedan transmitir.

 

 

2 comentarios:

  1. Pablo Balbino Gutiérrez García22 de julio de 2013, 0:30

    Solo una palabra sale de mi boca.....GRACIAS........

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  2. Gracias Jorge por tus palabras dedicadas a mi sobrino Fredi

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